viernes, 12 de noviembre de 2010

Actividad 5.

23 de octubre de 2009.- Da elMundo.es hoy una serie de noticias sobre el cambio climático proporcionadas por agencias que, por lo general, no se enteran de lo que escriben.

La primera se refiere al uso de biocombustibles en la que se señala el error que deriva de que quemar la madera de los bosques puede ayudar a mitigar el cambio climático. Esa madera es, evidentemente, un biocombustible. Y ayuda a mitigar el cambio climático siempre que los bosques se vuelvan a plantar.

Esto lo viene afirmando Joaquín Araujo desde hace muchos años, cuando pide mil millones de árboles para España. Para mitigar el cambio climático necesitamos absorber carbono, y los árboles lo hacen durante los primeros veinte años de su crecimiento. Necesitamos bosques en las laderas de las colinas y montañas, arbustos en los barbechos, y quemar biocombustibles en nuestros coches, en vez de combustibles fósiles, cuyo CO2 no se vuelve a absorber en la siguiente generación de esos biocombustibles.

Presenta también elmundo.es un mapa generado por el gobierno británico en el cual se muestran los daños de dejar crecer la temperatura global por encima de 2ºC. Mírenlo y decidan si quieren este nuevo y desastroso mundo que estamos produciendo.

Y se puede parar. Pero los políticos, guiados por sus asesores formados en una teoría económica basada en axiomas abiertamente falsos, no acaban de aceptar la realidad de que ese cambio no solo no es dañino para sus economías, sino que generará una nueva etapa de riqueza ampliada por un factor diez sobre la actual.

La Unión Europea vuelve a cantar, como la urraca, un canto de atención: "Queremos limitar las emisiones de CO2 al 95%, si los demás también lo hacen".

NO. La UE debe limitar sus emisiones al 95%, lo hagan o no los demás, porque al perseguir esa limitación, aumentará su riqueza en ese factor 10. La ceguera de una falsa teoría económica basada en un mundo estático, que no existe, hace temer a los políticos no poder vender los productos de sus países. Pero la riqueza no deriva de la venta de productos sino de la generación de energía. La nueva teoría económica así lo indica.

Estamos en una encrucijada de caminos. Las consecuencias de una mala elección son el colapso de nuestra civilización y destrucción generaliza, mientras que la elección correcta nos lleva a una nueva etapa de riqueza incrementada y repartida para todos. Como ocurre ante cualquier toma de decisiones, la parálisis invade las mentes. Pero esa parálisis debe ser superada.

¿Elegimos de una vez la riqueza?

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